Estaba leyendo una historia y me dio ganas de escribir sobre este tema.
Digo esto para poner en valor lo que ocurre en un blog. Escribimos porque tenemos ganas y no por obligación. Esto lo hace esencialmente distinto.
Y esta idea de hacer lo que nos gusta nos lleva directamente al tema.
Durante la vida vamos buscando nuestra vocación. Eso que nos enciende, que nos apasiona, aquello donde el tiempo pasa sin que nos demos cuenta. Estamos ansiosos por encontrarlo.
En un discurso de graduación de MIT alguien dijo: "... No te sientas culpable si no sabes que hacer con tu vida. Las personas mas interesantes que conozco no sabían que hacer a los 22 años. Algunas de las personas más interesantes que conozco tampoco lo saben a los 40..."
Creo que la vocación es una construcción, un proceso que tiene que ver con el "unir los puntos" de Steve Jobs.
Ese unir los puntos implica combinar vivencias, experiencias, aprendizajes, personas conocidas, lugares. Todo eso hace que cada día estemos en mejores condiciones de descubrir y vivir nuestra vocación.
De allí a emprender hay solo un paso. Emprender es un acto esencialmente humano. Es una elección. Es elegir a donde ir, con quien ir y como ir. Es una elección de vida.
Los 40 nos encuentra con muchos "puntos" vividos y la posibilidad de darnos permiso a unirlos.
Claro que hay que estar despiertos para eso. Estar atentos. Estar con la actitud que permita soñar y organizar la forma de hacer ese sueño realidad.
Muchos de mis amigos están emprendiendo a los 40. Digo 40 como un hito pero podría ser 35 o 45. Nunca es tarde para emprender.
El tema es animarse. No hay una sola manera. Podemos quemar las naves y empezar algo nuevo o ir gradualmente creando algo mientras mantenemos lo anterior. En cada caso aplicamos energías distintas y los resultados tendrán que ver con eso.
Una invitación a los amigos y amigas que rondan los 40 para ser y hacer aquello que los haga sentir plenos.
Digo esto para poner en valor lo que ocurre en un blog. Escribimos porque tenemos ganas y no por obligación. Esto lo hace esencialmente distinto.
Y esta idea de hacer lo que nos gusta nos lleva directamente al tema.
Durante la vida vamos buscando nuestra vocación. Eso que nos enciende, que nos apasiona, aquello donde el tiempo pasa sin que nos demos cuenta. Estamos ansiosos por encontrarlo.
En un discurso de graduación de MIT alguien dijo: "... No te sientas culpable si no sabes que hacer con tu vida. Las personas mas interesantes que conozco no sabían que hacer a los 22 años. Algunas de las personas más interesantes que conozco tampoco lo saben a los 40..."
Creo que la vocación es una construcción, un proceso que tiene que ver con el "unir los puntos" de Steve Jobs.
Ese unir los puntos implica combinar vivencias, experiencias, aprendizajes, personas conocidas, lugares. Todo eso hace que cada día estemos en mejores condiciones de descubrir y vivir nuestra vocación.
De allí a emprender hay solo un paso. Emprender es un acto esencialmente humano. Es una elección. Es elegir a donde ir, con quien ir y como ir. Es una elección de vida.
Los 40 nos encuentra con muchos "puntos" vividos y la posibilidad de darnos permiso a unirlos.
Claro que hay que estar despiertos para eso. Estar atentos. Estar con la actitud que permita soñar y organizar la forma de hacer ese sueño realidad.
Muchos de mis amigos están emprendiendo a los 40. Digo 40 como un hito pero podría ser 35 o 45. Nunca es tarde para emprender.
El tema es animarse. No hay una sola manera. Podemos quemar las naves y empezar algo nuevo o ir gradualmente creando algo mientras mantenemos lo anterior. En cada caso aplicamos energías distintas y los resultados tendrán que ver con eso.
Una invitación a los amigos y amigas que rondan los 40 para ser y hacer aquello que los haga sentir plenos.
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