domingo, abril 12, 2009

EL CISNE NEGRO by Nassim Taleb

Le comparto una reflexión de mi amigo Andrés Pallaro, especialista en Modelos de Negocios y dueño de Modelos Digitales:

Hace algunos meses leí un libro sencillamente impactante, que motivó muchas de mis reflexiones acerca de la manera que funcionan nuestros procesos humanos y de negocios.

Se llama EL CISNE NEGRO. El autor es Nassim Taleb, una buena mezcla de árabe y americano. El lema es “el impacto de lo altamente improbable”.

Les sugiero que lo lean. Adelanto algunas ideas que me parecen brillantes y que, aún si no las comparten, motivarán su reflexión personal.

  • Lo que no sabemos es más importante que lo que sabemos.
  • La incapacidad de predecir las rarezas implica la incapacidad de predecir el curso de la historia.
  • La estrategia de los descubridores y emprendedores es confiar menos en la planificación y centrarse en reconocer las oportunidades cuando se presentan, y juguetear con ellas.
  • La brecha entre lo que sabemos y lo que pensamos que sabemos es lo que derriba el estricto cálculo racional.
  • El gran error es pensar que el mundo en que vivimos es más comprensible, explicable y predecible de lo que en realidad es.
  • La historia y las sociedades no gatean: avanzan a saltos. Van de fisura en fisura, con pocas vibraciones intermedias. Sin embargo, nos gusta creer en lo predecible, en la pequeña progresión incremental.
  • La historia es opaca. Se ve lo que aparece, no el guión que produce los sucesos, el generador de la historia. Nuestra forma de captar estos sucesos es en buena medida incompleta, ya que no vemos que hay en la caja, como funcionan los mecanismos.
  • Nuestra mente es como un preso, esta cautiva de nuestra biología, a menos que consigamos dar con una ingeniosa escapatoria.
  • El casino es el único entorno humano que conozco en el que las probabilidades son conocidas, de tipo gaussiano (la curva en forma de campana) y casi computables. No se puede esperar que el casino pague apuestas a un millón por uno, no que cambie repentinamente las reglas durante la partida, no hay ningún día en que salga el 36 NEGRO mas del 95% de las veces”
  • La probabilidad es un arte, es hija del escepticismo, una una herramienta para personas que llevan la calculadora colgada al cinturón para satisfacer sus deseos de producir cálculos y certezas deslumbrantes. Antes de que el pensamiento occidental se ahogara en su mentalidad científica, las personas preparaban su cerebro para que pesara, no para que computara.
  • La predicción exige saber de las tecnologías que se producirán en el futuro. Pero este mismo conocimiento nos permitiría, casi de forma automática, empezar a desarrollar directamente esas tecnologías. Ergo: no sabemos lo que no sabemos.
  • En un sistema dinámico, donde consideramos algo mas que una bola en sí misma y donde las trayectorias dependen en cierto sentido unas de otras, la capacidad para proyectar en el futuro no solo se reduce, sino que queda sometida a una limitación fundamental. Poincaré defendía que solo podemos trabajar con asuntos cualitativos: se puede hablar de alguna propiedad de los sistemas, pero de ningún modo computarla. Podemos pensar con rigor, pero no podemos emplear números.

1 comentario:

Juanan Ruiz dijo...

Fenomenal la entrada y estupendas las ideas entresacadas. Hay una que no entiendo pero a pesar de ello me llama la atención:
"Antes de que el pensamiento occidental se ahogara en su mentalidad científica, las personas preparaban su cerebro para que pesara, no para que computara."
¿La podrías aclarar? Saludos, Juanan